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¿CÓMO HE LLEGADO HASTA AQUÍ?

Esto constituye un texto más personal del que acostumbro pero me parece importante compartir mi recorrido, el cómo he llegado al lugar en el que estoy ahora, el cómo me he constituido como editorial.

Además, comienza mi temporada de presentaciones, tras varios años en letargo ha llegado el momento de presentar, entre otras cosas, mi proyecto editorial. Este es parte del texto en el que consistirán mis presentaciones:

La vocación de escritora nació conmigo, me recuerdo siempre escribiendo: mis primeros escritos eran trabajos escolares, luego llegaron los ensayos en la época del instituto, luego la narrativa… Siempre he sabido que era a eso a lo que quería dedicar la mayor parte de mi tiempo. Y un pequeño secreto: no solo a escribir sino también a trabajar en pijama.

Mi historia profesional comenzó sobre el 2001 cuando decidí, al acabar la carrera, trasladarme a Madrid. Resulta que una de mis grandes pasiones desde que era pequeña han sido los dibujos animados, en especial las series de dibujos con las que crecí y luego las que echaban en la Cartoon Network por aquel entonces. Mientras estudiaba Sociología, en mi cabeza ya se iba gestando la idea: al acabar me iría a Madrid a estudiar para ser guionista de dibujos animados… Como no existían estudios tan específicos, pues me matriculé en Guion de Cine y Tele.

Al finalizar la escuela de guion, encontré alguna que otra productora y trabajé haciendo freelance de animación para ellas. Trabajar en desarrollo de proyectos y como guionista de animación significó aprender a pasos agigantados a darle forma a una pequeña idea: Pilgrís… y mientras formalmente lo configuraba como un proyecto para serie de animación, con su biblia, sus 13 sinopsis de capítulos y su desarrollo de personajes, a la par que avanzaba con la historia e iba afinándolo durante años, intentaba moverlo en aquel mundillo, y me daba más y más cuenta del gigante al que me enfrentaba: levantar una serie de animación conllevaba una suma astronómica de dinero, imposible de reunir por un «sin nombre» en una industria con las peculiaridades de la española de aquel entonces.

Así que, en ese punto, se encendió la bombilla dentro de mi cabeza y decidí transmutarlo en un formato mucho más manejable, más modesto económicamente hablando… y la literatura fue la respuesta… pero claro, ¿cómo transformarlo en literatura? , porque no iba a ser una simple transformación, no, como guionista de animación que era, se me ocurrió plantearme la manera de trasladar “el interés” que los niños tienen por los dibujos animados hacia los libros, es decir, me planteaba cómo obtener libros que fuesen lo más parecido a estar viendo un capítulo de una serie de animación… y, ¿cómo se consigue eso?, ahí, en ese punto, fue dónde definitivamente Pilgrís adquirió su peculiar forma, la clave estaba en la estructura narrativa, y esta se acababa de convertir en un experimento narrativo.

Además empecé a indagar en el mundo editorial, el problema era que todo era muy complicado y no quería sufrir innecesariamente otra vez, no quería exponerme de nuevo y prefería evitar recibir más negativas de cualquier tipo… el proyecto no se entendía del todo y yo necesitaba libertad total y ningún tipo de cortapisas creativas… así que la idea de la autopublicación se instaló en mi cabeza con la intención de quedarse.

En el medio de todo ese embrollo, ocurrió un acontecimiento emocionalmente importante para mí, que fue la muerte de mi padre. Aquello fue el catalizador, la chispa que puso en marcha el proceso de materializar el proyecto, de volverlo real. Cuando él falleció, me encontré ante un dinero inesperado, sus ahorros de toda la vida. Y no podía permitir que ese dinero fuesen solo simples billetes, quería dotarlo de un valor sentimental, simbólico, quería transformar esos ahorros, que no eran más que la preocupación que tienen a veces los padres sobre nuestro futuro incierto, en algo bello, tangible y valioso, en Pilgrís, y que Pilgrís pasase a formar parte de su legado por siempre jamás…

En este dejar de sufrir innecesariamente del todo y en este hacer lo que me diera la gana… el resultado fue esta criatura llamada “Pilgrís”, con la que decidí explorar la literatura infantil desde mi propio punto de vista, reencontrándome y reconciliándome con mi propia infancia…

Al principio, como se me quedaba muy grande lo de AUTOEDITARME yo sola pues encontré a una amiga de un amigo que tenía un sello pequeño con su subsello de autoedición, y así salieron los tres primeros números de Pilgrís: el primero porque sí. Además yo hice la distribución por media España para darme cuenta de que era una labor inviable de sostener en el tiempo. Los otros dos títulos por desconocimiento de otras formas de hacer, y también por agotamiento y comodidad.

Después de los tres primeros pilgrises llegó Velocismo libro que autoedité mediante una de las plataformas más conocidas en España, con su propia distribuidora pero cuya formula tampoco fue suficiente.

Y luego ya me lancé a la autoedición total con mi ISBN de editorial, bajo el que he sacado el cuatro libro de la Colección de Pilgrís, reeditado el primero, ahora reimprimiré Fabulillas, y acogeré todo lo que está por venir.

La idea de un proyecto editorial propio tenía sentido para mí para aunar mundos estancos, en el sentido de que como escritora no tengo una línea editorial definida. Ser una editorial con sus distintas categorías/colecciones es como crear una especie de PARAGUAS de mis inquietudes, un lugar para darle un orden y sentido a mi caos creativo y a mis múltiples pasiones. Me resulta más representativo de mí misma dar a conocer y presentar el proyecto editorial, que el hecho de ser una escritora caótica y ecléctica.

Una vez que me lancé con el sello editorial, todo empezó a formar parte de un PROCESO DE PASOS CASI FORTUITOS: cuando empiezas a hacer las cosas que son importantes para ti es cuando te vas encontrando otras cosas, que a veces no son las que esperas o necesitas, pero que te van llevando a otras cosas inesperadas, que igual si son más directamente necesarias. Por ejemplo, asistir a una feria me llevó a entrar en el GREMIO DE EDITORES, y agremiarse no solo significa que la unión hace la fuerza, sino que te abre puertas a la organización y asistencia a eventos, ferias, publicaciones…

Una vez que empiezas a poner en marcha la MAQUINARIA PESADA que al fin y al cabo es lo más difícil (crearte la web, arrancar con redes sociales, encontrar distribuidor… ) cada vez te vas metiendo más a fondo, de tal manera que te ves a ti misma diciendo: -llegados a este punto no me puedo echar atrás, merece la pena que lo siga intentando. Y el reto está en que manejarme con lo complicado me afecte lo menos posible. El proyecto editorial se va haciendo realidad cada vez más, hasta que al final te acabas viendo a ti misma en un embolado que te suscita una mezcla muy variada de emociones. De repente tu proyecto absorbe parte de tu vida y tu tiempo, te ha hecho tomar un camino en el que no hay vuelta atrás.
Así que, aquí estamos…

Ahora tengo una situación total de rara avis: soy autora con funciones de editora, y estoy dentro del circuito editorial siendo realmente una autoeditorial: solo me publico yo y espero que así siga siendo, ya que no me gustaría asumir las tareas reales de un editor, más allá de cuando lo hago puntualmente con mis libros para profesionalizarlos y darles calidad.

Desde mi experiencia personal, a día de hoy para mí los libros no son precisamente un negocio rentable, y seguir adelante me resulta una empresa titánica, pero soy una romántica empedernida, nací dando guerra y a contracorriente, y mientras me lo pueda permitir seguiré adelante con mis proyectos imposibles de la forma más honesta posible, y cuando no me lo pueda permitir, pues ya veré que hago.

Tote Bag Velocismo

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Bolsa grande de loneta

Velocismo editorial es una pequeña autoeditorial independiente, experimental, ecléctica, inserta en la filosofía del DIY o “hazlo tú mismo” y en el movimiento slow life y slow art. Trata de colaborar con la creación de una escena alternativa al margen de los circuitos comerciales habituales, alejada de estructuras narrativas y temáticas recurrentes, y respeta los tiempos creativos que suelen ser mucho más largos de los que trata de imponer el mundo moderno acelerado en el que vivimos, aunque dicho mimo le suponga convertirse en un proyecto muy personal. 

* Si eres una librería y estás interesada en tener nuestros libros escríbeme sin dudarlo y lo arreglamos: sico@velocismo.com. También por DM de IG o Facebook a través de redes sociales: @velocismo

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